ENCENDER EL INTERRUPTOR DE LA ENERGÍA FRATERNA

La subida de los precios de gas y la luz, aunque ahora no está en su peor momento, está dificultando enormemente la vida de muchas familias trabajadoras de nuestro país, lo que nos anima a encender de nuevo el interruptor de la energía fraterna.

El proyecto solidario Enciende tu Solidaridad es la nueva iniciativa de la Fundación Dolores Sopeña para intentar aliviar en la medida de lo posible la carga por suministros de energía a la economía de las familias del entorno de nuestros espacios de acción Sopeña: Escuelas, CEPAS y Acciones Pastorales.

Es evidente que muchas de esas familias trabajadoras que están viendo complicada su economía doméstica, son usuarias y partícipes de nuestros espacios de acción, por lo que nuestro esfuerzo irá una vez más a paliar esos problemas del día a día, entre las personas más cercanas.

Porque no poder encender la luz o la calefacción no solo es un aprieto en la actualidad, si no que se convierte en un obstáculo en el desarrollo futuro de ese niño o de ese adulto que no va a poder, por ejemplo, estudiar con comodidad.

Eso, a largo plazo, supondrá seguramente graves desigualdades en el acceso a oportunidades futuras.

Por eso, utilizando el símil de la energía, tan necesaria para el día a día, es el momento de encender nuestra solidaridad y apagar dificultades, usando el mismo interruptor, para reducir el impacto de los costes en los suministros.

Como Familia Sopeña que somos, es el momento de seguir una vez más al lado de los vulnerables, ofreciendo oportunidades de superación, que es la misión de nuestra entidad y el sueño de nuestra fundadora, Dolores Sopeña.

Como reconocía hace días el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), “desgraciadamente, tener trabajo no significa necesariamente poder llegar a fin de mes: la inflación, la crisis energética y los contratos a tiempo parcial elevan el riesgo de pobreza. Ayudemos a los que necesitan ayuda”.

El Proyecto Enciende tu Solidaridad se materializará en pequeñas ayudas y se convertirá en energía de fraternidad.

Las Comunidades de Catequistas Sopeña y los propios Espacios de Acción Sopeña tendrán plena autonomía tanto en la recaudación de aportaciones económicas, como en la gestión y adjudicación de las ayudas.

Además, esta misma web de la Fundación Dolores Sopeña alberga una pestaña en la que, de forma completamente segura, pueden hacerse aportaciones económicas a la emergencia energética, que además pueden desgravarse en la declaración de la Renta.

De esta forma, llamamos a la sociedad en general a encender también el interruptor de la solidaridad ahora que estamos en tiempo de Adviento y a las puertas de la Navidad.

NUESTRA HUELLA SIEMPRE FUE INTERNACIONAL

La vocación internacional de la Fundación Dolores Sopeña está definida ya desde el nacimiento en nuestro ADN.

Su promotora, Dolores Sopeña, descubrió aun siendo niña, que la razón de ser de su vida era ayudar a los demás, concretamente a personas adultas, hombres y mujeres que necesitaban de oportunidades que no habían tenido.

Allí donde su padre fue destinado por su trabajo, Dolores Sopeña encontraba la manera de contribuir a la mejora de las condiciones personales, espirituales, laborales, de quién se iba encontrando en su camino.

Primero en Almería, luego en Madrid… Su llegada a Latinoamérica -a través de Puerto Rico y Cuba después- estimularon aún más su inclinación.

Dolores Sopeña nunca sintió las fronteras como barreras; más bien, siempre se interesó por conocer, allá donde viajaba, acompañada por su familia primero y en solitario después, las características y condiciones concretas de cada sociedad, incorporando las dificultades, como retos personales. Su afán fue siempre la superación.

Entre otras muchas cosas, de ella nos ha quedado un lema «La Oportunidad de Superarte” y una vocación internacional y multicultural.

Las cifras así lo constatan. Actualmente la Fundación está presente en 9 países y mantiene 27 centros abiertos, que atienden a cerca de 30.000 destinatarios, con el apoyo de más de 1.300 colaboradores.

Pero la presencia de la Fundación se extiende además con un programa de voluntariado internacional y con proyectos de solidaridad.

Estas iniciativas facilitan que cualquier persona pueda ejercer su espíritu solidario, como donante o voluntario y se lleven a cabo mejoras en educación, equipamiento, construcción de edificios, oferta de becas de estudio, capacitación profesional y otra provisión de necesidades básicas para las familias con menos oportunidades.

El programa de voluntariado internacional te permite ofrecer y compartir tu valía personal y/o profesional y tu calidad escogiendo el lugar que prefieras.

Viajeros como Dolores Sopeña, seguimos su sendero.

 

IMPULSANDO OPORTUNIDADES: SOLIDARIDAD SOPEÑA

La Fundación Dolores Sopeña promueve en diferentes países proyectos y campañas humanitarias. Cada curso, uno de esos proyectos pone en marcha la solidaridad interna con uno de los Centros Sopeña que, en ese momento, pueda tener una necesidad o dificultad concreta.

Siguiendo la inspiración de la fundadora, Dolores Sopeña, se trata de animar a cualquier persona a ejercer su espíritu solidario, como donante o como voluntario, aportando recursos, su experiencia o su tiempo.

Con nuestra ayuda, el futuro de las personas que ahora estudian en el Centro de Formación y Capacitación Sopeña Guayaquil (Ecuador) o las que lo hagan en el futuro, se lanzará como un cohete hacia nuevas posibilidades.

Bajo el lema “Impulsando oportunidades”, los Centros Sopeña en España programarán actividades y eventos para recaudar fondos que, en este caso, se destinarán al equipamiento y adecuación de los talleres de Refrigeración y Electrónica de Sopeña Guayaquil.

Solidaridad Sopeña

Esta intervención, que contempla además mejoras en los manuales de formación utilizados, supondrá una mejora frente a la competencia, un incremento de la calidad de la formación y está presupuestada en 15.621 euros.

El proyecto “Impulsando oportunidades”, que afectará al menos a 155 usuarios matriculados actualmente en cinco horarios, posibilitará una capacitación acorde a las necesidades del mercado.

En la actualidad, Ecuador es un país que acoge a migrantes, tanto de poblaciones campesinas como de países en situación de riesgo o crisis.

La mayor cantidad de población migrante se encuentra en edad productiva y de acceso al trabajo y los beneficiarios de Guayaquil serán, por tanto, hombres y mujeres de 18 a 50 años, en su mayoría con trabajos informales.

El objetivo es siempre el mismo y coincide con nuestra misión: contribuir a que las personas con más dificultades puedan gozar de oportunidades de superación y de mejorar su formación y su futuro con su propio esfuerzo.

Solidaridad con Guayaquil

El proyecto también está dirigido a ti, que quieres sumarte a la corriente solidaria Sopeña y contribuir a que cada vez más personas disfruten de igualdad de oportunidades para mejorar.

Te lo ponemos fácil. ¡Pónselo tú fácil a los que ahora nos necesitan!