LA ILUSIÓN DE LOS ENCUENTROS

Ha llegado enero y el nuevo año y, con ellos, la ilusión de los encuentros en los Centros Sopeña de España, enmarcados en el proceso Nuevas formas de gestión y organización de la Fundación Dolores Sopeña.

Este camino emprendido contempla, como una de las fases más determinantes, los encuentros entre la Comisión Técnica –grupo de Catequistas Sopeña y Laicos, encargados de liderar el proceso en misión compartida- y los equipos de los Centros de Bilbao, Barcelona, Zaragoza, Madrid, Toledo, Sevilla, Córdoba, Badajoz y Las Palmas.

El primero de ellos se celebrará el martes de la semana próxima y tendrá lugar en Bilbao; después, en la misma semana, en Zaragoza y Barcelona.

Tanto la Comisión Técnica como los equipos de trabajo de los Centros llevan preparando con ilusión y dedicación estas reuniones, cuyo principal objetivo es la escucha y conocimiento para, fundamentalmente, diseñar el futuro de la institución.

En definitiva, encuentros de familia en los que disfrutar y compartir.

El compromiso de la Comisión Técnica está en transmitir esa ilusión y motivar la participación activa de todos y cada uno de los que formamos parte de la Fundación Dolores Sopeña y sus centros en España.

Ya se hizo a través de reuniones online, que sirvieron de preludio a los encuentros físicos que se celebrarán en este mes de enero y el próximo mes de febrero.

Se trata de recabar información actualizada y real de todos los Centros Sopeña para, después, definir un planteamiento de trabajo comunitario, institucional y en red.

Pero eso serán ya otras etapas de este ilusionante proceso en el que estamos todos subidos y al que estamos llamados a contribuir.

El año de los 120 años de nuestra constitución como Fundación, es un excelente momento para tomar impulso, crecer y valorar mejores maneras de seguir cumpliendo con la Misión: ofrecer oportunidades de superación a través de la formación a personas que quizás no las tuvieron o no pudieron aprovechar.

Nuestro estilo busca y seguirá buscando la promoción integral de cada persona, animando a sacar lo mejor de sí misma para beneficio de una sociedad más fraterna.

Y para esto, es importante que seguimos trabajando en misión compartida y en red.

Estamos en el camino de cumplir con el lema: Sopeña: una red, una misión.

NUESTRA HUELLA SIEMPRE FUE INTERNACIONAL

La vocación internacional de la Fundación Dolores Sopeña está definida ya desde el nacimiento en nuestro ADN.

Su promotora, Dolores Sopeña, descubrió aun siendo niña, que la razón de ser de su vida era ayudar a los demás, concretamente a personas adultas, hombres y mujeres que necesitaban de oportunidades que no habían tenido.

Allí donde su padre fue destinado por su trabajo, Dolores Sopeña encontraba la manera de contribuir a la mejora de las condiciones personales, espirituales, laborales, de quién se iba encontrando en su camino.

Primero en Almería, luego en Madrid… Su llegada a Latinoamérica -a través de Puerto Rico y Cuba después- estimularon aún más su inclinación.

Dolores Sopeña nunca sintió las fronteras como barreras; más bien, siempre se interesó por conocer, allá donde viajaba, acompañada por su familia primero y en solitario después, las características y condiciones concretas de cada sociedad, incorporando las dificultades, como retos personales. Su afán fue siempre la superación.

Entre otras muchas cosas, de ella nos ha quedado un lema «La Oportunidad de Superarte” y una vocación internacional y multicultural.

Las cifras así lo constatan. Actualmente la Fundación está presente en 9 países y mantiene 27 centros abiertos, que atienden a cerca de 30.000 destinatarios, con el apoyo de más de 1.300 colaboradores.

Pero la presencia de la Fundación se extiende además con un programa de voluntariado internacional y con proyectos de solidaridad.

Estas iniciativas facilitan que cualquier persona pueda ejercer su espíritu solidario, como donante o voluntario y se lleven a cabo mejoras en educación, equipamiento, construcción de edificios, oferta de becas de estudio, capacitación profesional y otra provisión de necesidades básicas para las familias con menos oportunidades.

El programa de voluntariado internacional te permite ofrecer y compartir tu valía personal y/o profesional y tu calidad escogiendo el lugar que prefieras.

Viajeros como Dolores Sopeña, seguimos su sendero.