LLENAD EL MUNDO DE LUZ

Los Centros Sopeña en el mundo, integrados en la Fundación Dolores Sopeña, como centros de inspiración católica que somos nos unimos a la celebración del Día Mundial de la Educación Católica, recordando que también somos luz.

Nos unimos así a la propuesta de Escuelas Católicas, entidad que nos propone reivindicar nuestro “compromiso para una fraternidad universal y una nueva evangelización”, y a la llamada del Papa Francisco de identificación con una cultura del diálogo.

Todo lo que Francisco engloba en el Pacto Educativo Global y esta iniciativa contribuirá a sacarlo adelante.

Es el segundo año que se conmemora esta fecha del Día Mundial de la Educación Católica y, en esta ocasión, bajo el lema “Juntos somos Luz”, porque entre todos, que somos muchos, sumamos luz.

Los Centros Sopeña se unirán para festejarlo y mostrar satisfechos la contribución que hacemos desde nuestras aulas a la transformación de la sociedad.

En un comunicado emitido por Escuelas Católicas, se nos recuerda que mañana jueves 26 de mayo es una excelente ocasión para “celebrar nuestra misión y reforzar nuestros logros” y que el papa Francisco insiste en que “la educación es siempre un acto de esperanza”.

#JuntosSomosLuz y conviene recordarlo porque en estos momentos, nuestros Centros son luz y son vida, llamados a transmitir y atesorar los valores cristianos de amor y fraternidad, a superar conflictos y promover la aceptación, la justicia y la paz.

Recemos, celebremos e iluminemos nuestro entorno y nuestras redes sociales con imágenes de luces. Llenemos el mundo de luz.

NO A LA GUERRA

Desde la fuerza de lo que somos en la Fundación Dolores Sopeña, una entidad internacional y, por tanto, multicultural y diversa; sin ánimo de lucro y de inspiración católica, manifestamos desde este blog y en cualquier foro y ámbito: NO A LA GUERRA.

Desde nuestra concepción del mundo, un lugar de fraternidad y solidaridad, en el que tomos somos parte de la familia humana e hijos de un mismo Dios, gritamos: NO A LA GUERRA.

Con la vista puesta siempre en el horizonte de una misión, encomendada por nuestra fundadora, Dolores Sopeña, y reconocida y asumida por todos los que formamos parte de esta gran institución, que trabaja por favorecer el crecimiento integral y mejorar las condiciones de vida de las personas, cómo no afirmar con rotundidad: NO A LA GUERRA.

Si a través de la fraternidad y la solidaridad que forman parte de nuestro ADN pretendemos construir sociedades cada día más justas, cómo no estar contra las agresiones bélicas, las imposiciones violentas de las ideas y la conculcación de los derechos humanos y reivindicar nuestro: NO A LA GUERRA.

Nuestra concepción de la fraternidad, en la que educamos a nuestros alumnos y usuarios en cualquier lugar del mundo, nos sitúa como cauce de unión entre grupos de diferentes personas, alejadas en sus diferencias, pero cercanas en su condición de hijas de Dios.

Nuestro compromiso con la integración y el respeto a la diversidad nos hacen situarnos contra los conflictos armados que solo traen desdichas y destrucción, con lo que decimos una y mil veces: NO A LA GUERRA.

Y frente a la actualidad que nos habla de enfrentamientos, de seres humanos sufriendo esta situación, en la Fundación Dolores Sopeña y, desde los Centros ubicados en seis países diferentes, apostamos por la ayuda mutua entre los individuos, los grupos y los países, para contribuir entre todos un mundo mejor.

NO A LA GUERRA

DERECHOS HUMANOS: LA EDUCACIÓN

La misión principal de la Fundación Dolores Sopeña radica en favorecer el crecimiento integral de personas que han tenido menos oportunidades, a través de la educación y la formación, ambas recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Hoy, como cada 10 de diciembre, se conmemora la firma en el París de 1948 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidades, el documento fundamental que marca un hito histórico.

Elaborado y refrendado por todas las regiones del mundo, es igualmente atropellado y pisoteado en muchos lugares de este mismo mundo.

Los artículos que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos representan un ideal común de los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en  pueblos y naciones.

Todos son importantes, sin grados ni excepciones, y todos están en más o menos riesgo dependiendo de la zona planetaria en la que nos encontremos.

Nuestra fundadora, Dolores Sopeña, mujer valiente y visionaria, nacida justo 100 años antes de esa Declaración, el 30 de diciembre de 1848, supo desde muy joven que, con cada oportunidad de educación y formación, sobre todo a los más vulnerables, “regalaba” esperanza y, lo que es más importante, la capacidad de recuperar la dignidad.

Su esfuerzo siempre se focalizó en favorecer el crecimiento integral a través de la educación, la formación y la cultura para que cada persona, con su potencial inherente, pudiese tener la posibilidad de mejorar sus propias condiciones de vida.

De esta manera, Dolores Sopeña también creía que cada persona, convenientemente formada y motivada contribuiría a la construcción de una sociedad fraterna, solidaria y cada día más justa.

Definitivamente, Dolores Sopeña, como todos los miles de luchadores por los Derechos Humanos, fue una persona excepcional que llegó al mundo para hacer de él un lugar mejor.

Derecho humano formación

Su obra, dedicada especialmente a las familias trabajadoras, sigue vive y activa en los Centros Sopeña en el mundo, donde cada día se forman miles de personas, que desarrollan su derecho a formar parte de una sociedad que no debe dejar a nadie atrás.

Por aquí dejamos, tres artículos recogidos en esa Declaración Universal que hablan de esos derechos humanos que desde la Fundación Dolores Sopeña queremos hoy destacar:

Artículo 23

  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 26

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27

  1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
  2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO A LOS DOCENTES

Siempre de actualidad, el mensaje del Papa Francisco a los docentes, profesores y profesoras, cobra este año escolar un especial valor, porque ellos van a necesitar esa dosis extra de ánimo.

Los Centros de Formación y Capacitación Sopeña están iniciando como otros muchos centros católicos en el mundo un año escolar nuevamente extraño y lleno de incertidumbres.

La situación que se nos presenta es complicada pero nuestra Fundación, dedicada desde principios del siglo XX a la formación de personas de familias trabajadoras, afronta el reto con equipos profesionales comprometidos y preparados.

Dolores Sopeña, fundadora y artífice de este sueño, siempre creyó que la educación y la formación eran el mejor instrumento para lograr la dignidad personal y mejorar las sociedades, para hacerlas más equitativas y justas.

Igualmente, el Papa Francisco otorga a los docentes, a través de este mensaje que se  renueva cada año, la potestad de irradiar luz en el alumnado. Este año, les reclama además fe en su labor, que contribuirá al éxito de aquellos alumnos con mayores dificultades.

Por aquí compartimos sus palabras:

«El Sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo por encontrarnos «al otro lado», pero no deja de dar su luz y su calor. El docente es como el Sol. Muchos no ven su trabajo constante, porque sus miras están en otras cosas, pero no deja de irradiar luz y calor a los educandos, aunque únicamente sabrán apreciarlo aquellos que se dignen «girarse» hacia su influjo.

Yo les invito a ustedes, profesores, a no perder los ánimos ante las dificultades y contrariedades, ante la incomprensión, la oposición, la desconsideración, la indiferencia o el rechazo de sus educandos, de sus familias y hasta de las mismas autoridades encargadas de la administración educativa. La educación es el mejor servicio que se puede prestar a la sociedad, pues es la base de toda transformación de progreso humano, tanto personal como comunitario. Este sacrificado servicio pasa desapercibido para muchos. Probablemente, ustedes no podrán ver el fruto de su labor cuando éste aparezca, pero estoy convencido de que gran parte de sus alumnos valorarán y agradecerán algún día lo sembrado ahora. No confundan nunca el éxito con la eficacia. En la vida no siempre lo eficaz es exitoso y viceversa. Tengan paciencia, mejor, esperanza. No olviden que la clave de toda obra buena está en la perseverancia y en ser conscientes del valor del trabajo bien hecho, independientemente de sus resultados inmediatos. Sean fuertes y valientes, tengan fe en ustedes y en lo que hacen.

Que Dios les bendiga y bendiga su abnegada labor diaria, la mayoría de las veces oculta, silenciosa e inapreciada, pero siempre eficaz y valiosa». (Papa Francisco)

MENORES Y ALCOHOL: NI UNA GOTA

El teatro del Centro Sopeña de Badajoz acogió esta semana una charla sobre menores y alcohol de la mano de la psicóloga, especialista y muy mediática Rocío Ramos, más conocida de su etapa televisiva como “Supernanny”.

La Comunidad Educativa es una de las patas fundamentales del concepto de formación integral, más allá de la impartición de contenidos, que trabajamos en los Centros y Escuelas de la Fundación Dolores Sopeña.

Es, por tanto, bastante habitual la programación de actividades que propicien momentos de encuentro y formación para las familias, a modo de escuelas de padres.

Se trata de dar respuesta a necesidades y demandas, no siempre explícitas, que surgen en esta apasionante tarea de la educación de nuestros hijos e hijas.

La charla “Menores ni una gota”, que se celebró con enorme éxito de asistencia y una excelente cobertura por parte de los medios de comunicación de Badajoz,  surgió a partir del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento, su concejalía de Juventud, el Programa Menores ni una Gota y FEBE (Federación de Bebidas Espirituosas).

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Durante su intervención, Rocío Ramos, abordó los riesgos del abuso del alcohol por parte de niños y jóvenes, las herramientas para su sensibilización en familia, estrategias de evitación y concienciación sobre los peligros que acarrea su consumo y consejos de prevención en el entorno familiar y escolar.

Durante el evento también participaron autoridades municipales y de la Consejería de Juventud de la Junta de Extremadura, representantes de AMPAS de otros centros escolares de la ciudad, familias y miembros del claustro del Colegio Sopeña.

Coincidiendo con el estilo educativo Sopeña y con nuestro lema “La Oportunidad de Superarte”, Supernanny expuso el interés de trabajar en valores, estilos cooperativos o escucha activa a la hora de prevenir el uso y abuso del alcohol entre menores.

También a la hora de facilitar tácticas para dialogar sobre este asunto en el seno familiar.

Los padres y madres que así lo quisieron tuvieron la oportunidad de dejar a sus hijos en una ludoteca organizada al efecto por el Grupo de Jóvenes Sopeña de Badajoz, quienes tuvieron entretenidos a los más pequeños con juegos, manualidades y dinámicas divertidas.