COMPROMETIDOS CON LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

La Fundación Dolores Sopeña ha asumido el compromiso para la elaboración de su Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, siguiendo las directrices que marca la legislación en la materia.

Nuestra gestión tiene que estar y está en consonancia con el carácter propio de educación cristiana que proclamamos y los valores de nuestra fundadora, Dolores Sopeña.

Concretamente en lo que se refiere a la manera de responder a las necesidades del entorno y a las demandas de las sociedad actual, pluricultural y globalizada.

Aunque la sociedad ha avanzado mucho en los últimos años en el ámbito de los derechos, nuestro objetivo es continuar con determinación para garantizar la plena igualdad de oportunidades, especialmente en el mundo laboral, en el que nos desenvolvemos.

Para la Fundación Dolores Sopeña, el mundo del trabajo, junto al educativo y el de la formación, son espacios clave en los que se debe evitar cualquier tipo de discriminación, acoso y desigualdad entre mujeres y hombres.

Este compromiso para con la elaboración del Plan de Igualdad viene, por tanto, a constatar nuestra apuesta por proporcionar oportunidades de crecimiento integral a todas las personas en su individualidad, independientemente de su condición, género, procedencia, edad etc.

 

igualdad de oportunidades

 

Así fue en la mente y el trabajo de Dolores Sopeña que, siempre supo ver, en cada persona, el potencial necesario para sacar lo mejor de sí misma.

Entonces, nuestro compromiso va mucho más allá de una mera obligación legal, desde el convencimiento y la defensa del principio de igualdad, como opción que inspira el conjunto de nuestro proyecto educativo.

La igualdad de trato y la igualdad de acceso a oportunidades vitales, formativas y profesionales están en nuestro ser y son también marca y lema de nuestra entidad.

Aún inspira nuestro proyecto, que surgió de nuestra fundadora, allá a finales del siglo XIX, cuando creía que a través de la educación y la formación cada persona podría lograr una mejora de sus condiciones de vida y revertirlo también hacia la sociedad.

Iniciaremos el proceso con la constitución de la comisión negociadora y la implicación de todos los hombres y mujeres que formamos parte de la Fundación, a través de sus espacios de acción.

Un pasito más hacia una sociedad en la que la igualdad sea real y efectiva.

DERECHOS HUMANOS: LA EDUCACIÓN

La misión principal de la Fundación Dolores Sopeña radica en favorecer el crecimiento integral de personas que han tenido menos oportunidades, a través de la educación y la formación, ambas recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Hoy, como cada 10 de diciembre, se conmemora la firma en el París de 1948 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidades, el documento fundamental que marca un hito histórico.

Elaborado y refrendado por todas las regiones del mundo, es igualmente atropellado y pisoteado en muchos lugares de este mismo mundo.

Los artículos que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos representan un ideal común de los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en  pueblos y naciones.

Todos son importantes, sin grados ni excepciones, y todos están en más o menos riesgo dependiendo de la zona planetaria en la que nos encontremos.

Nuestra fundadora, Dolores Sopeña, mujer valiente y visionaria, nacida justo 100 años antes de esa Declaración, el 30 de diciembre de 1848, supo desde muy joven que, con cada oportunidad de educación y formación, sobre todo a los más vulnerables, “regalaba” esperanza y, lo que es más importante, la capacidad de recuperar la dignidad.

Su esfuerzo siempre se focalizó en favorecer el crecimiento integral a través de la educación, la formación y la cultura para que cada persona, con su potencial inherente, pudiese tener la posibilidad de mejorar sus propias condiciones de vida.

De esta manera, Dolores Sopeña también creía que cada persona, convenientemente formada y motivada contribuiría a la construcción de una sociedad fraterna, solidaria y cada día más justa.

Definitivamente, Dolores Sopeña, como todos los miles de luchadores por los Derechos Humanos, fue una persona excepcional que llegó al mundo para hacer de él un lugar mejor.

Derecho humano formación

Su obra, dedicada especialmente a las familias trabajadoras, sigue vive y activa en los Centros Sopeña en el mundo, donde cada día se forman miles de personas, que desarrollan su derecho a formar parte de una sociedad que no debe dejar a nadie atrás.

Por aquí dejamos, tres artículos recogidos en esa Declaración Universal que hablan de esos derechos humanos que desde la Fundación Dolores Sopeña queremos hoy destacar:

Artículo 23

  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 26

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27

  1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
  2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.