La Fundación Dolores Sopeña tiene suerte de contar en estos momentos difíciles con la inspiración de su creadora, que soñó y trabajó durante toda su vida venciendo limitaciones y dificultades, eso sí, rodeada siempre de gente a la que supo motivar para hacer de este mundo, un mundo mejor.
Ahora, nuevamente, inspirados por Dolores Sopeña tenemos una excelente oportunidad de mirar hacia adelante con confianza.
Las consecuencias de la pandemia COVID19 en el mundo nos están requiriendo y nos van a requerir a todos un gran esfuerzo.
Somos una gran familia, que viene compartiendo desde hace más de cien años la misión de favorecer el crecimiento y la formación integral de personas jóvenes y adultas, de familias trabajadoras y, quizás, con menos oportunidades.
El objetivo es contribuir a su superación personal, acompañando ese proceso con valores como la acogida, el respeto, la solidaridad, la fraternidad, la promoción y la anticipación ante sus necesidades y expectativas.
Conocer la vida de Dolores Sopeña es darse cuenta de cómo la fe, la perseverancia y un fuerte convencimiento de la dignidad de todas las personas, otorgan la fortaleza suficiente para llevar a cabo un proyecto como el que ahora es nuestra Fundación Dolores Sopeña.
Nació en una familia acomodada, en un pueblo de Almería y si quieres conocer decenas detalles sobre su emocionante y entregada vida, compartimos por aquí un vídeo, grabado durante el homenaje que el pasado Día Internacional de la Mujer le hicieron en Madrid la Asociación de Mujeres por la Paz Mundial.
Una frase atribuida a San Agustín decía: “Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama”.