Que somos una familia, no podemos negarlo. Eso y acompañar, que es nuestra principal cualidad, reconocida por alumnos y sus familias.
Son muchos padres y madres que nos eligen cada año porque sienten que los Centros de la Fundación Dolores Sopeña son el lugar donde quieren obtener una formación integral para sus hijos.
Aunque no fue el caso de Inma Polo, madre de dos alumnos y en breve, tres, del Centro Concertado de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional Sopeña Badajoz.
Inma reconoce que no nos eligió directamente porque su hijo mayor no pudo acceder al Centro, que por entonces era su primera opción. Ahora, catorce años después, “sí que lo elijo”.
Lo que más le llamó la atención cuando matriculó a su hijo en Educación Infantil es que le dijeran que lo más importante es que los niños fueran al cole felices. Y enseguida entendió que, efectivamente, eso es lo más importante, en esa y en las etapas sucesivas.
Inma Polo ha participado de forma activa en la Asociación de Madres y Padres del colegio, colaborando en iniciativas y proyectos, viviendo el Carisma, la identidad y el estilo educativo Sopeña a través de sus hijos.
Experiencias tan positivas no hacen más que reafirmarnos en nuestra Misión, por la que seguimos apostando y trabajando, en este y en el resto de Centros de España y América, día a día.
Esta madre, que en breve llevará al centro a su tercera hija, destaca que la forma de trabajar va siempre acorde a la edad del alumno y los valores de salir al encuentro, la acogida y la cercanía, que se hacen reales, tanto para los alumnos como para las familias.
“De eso eres aún más consciente cuando tus hijos acaban y van a otro centro”. En su opinión es, al comparar, “cuando entiendes mejor el trato cercano del que disfrutamos aquí”.
Además, el Centro Sopeña Badajoz se rige además por la innovación pedagógica.
Se trabajan, por ejemplo, el Proyecto Ajedrez, el Proyecto Músico, las Inteligencias Múltiples, el Bilingüismo, el Proyecto Erasmus, pero sin olvidar nunca los valores del Carisma Sopeña.
Precisamente, el primero de sus dos hijos viajó de Erasmus a Lituania, “una experiencia superenriquecedora”, matiza. El segundo, en cuarto de la ESO, está en ello.
No duda en afirmar que tanto sus hijos, como ellos mismos, como padres, se han sentido muy queridos y acompañados por el Centro Sopeña Badajoz, “pero no solo en la parte de formación, sino también y, sobre todo, en la parte personal”.
“Se han sentido y se sienten como en casa y se sienten parte de la familia. Sienten que cualquier situación o circunstancia pueden plantearla sin problemas porque esta es su casa”.
“El Centro Sopeña Badajoz es parte de nuestra vida y de nuestra familia”, asegura rotunda.
