Según el último informe editado por el Observatorio de la Plataforma del Voluntariado de España, a cuyo acto de presentación asistió la Fundación Dolores Sopeña, los ámbitos que mayor demanda de personas voluntarias concitan son el social –el que ofrece atención directa a personas–, el socio sanitario y el educativo.
También hemos sabido que la decisión de ejercer como voluntario –5,8 por ciento de los españoles mayores de edad– tiene múltiples motivaciones, todas válidas, si tenemos en cuenta que lo más importante a medio y corto plazo es el compromiso y la fidelidad a un proyecto.
Y así se puso de manifiesto en otra jornada en la que la Fundación Dolores Sopeña también ha asistido: “Voluntariado y Universidad: viejos retos, nuevas rutas”, celebrada este pasado martes en Madrid, organizada por la Plataforma del Voluntariado y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la colaboración de la Fundación ONCE, que nos acogió en su casa, y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
La mañana dio para mucho con la intervención de expertos de entidades no gubernamentales, de universidades o de la propia Administración.
Muchas conclusiones aluden a la importancia de la figura del voluntario para el funcionamiento de muchas fundaciones y entidades del Tercer Sector. ¡Qué sería de nosotros sin ellos!
Sin embargo, nosotros nos quedamos con lo que los voluntarios también se llevan. Las universidades de Estados Unidos presumen de que sus estudiantes mediante el voluntariado adquieren habilidades y competencias muy importantes para su vida profesional y personal: organizativas, de autogestión y de comunicación.
Por eso, en la Fundación Dolores Sopeña trabajamos para establecer un cuidado protocolo de recibimiento, atención, formación, seguimiento y evaluación de aquellas personas que deciden colaborar con nosotros. Se trata de incorporarles de pleno derecho al equipo de trabajo y a la Misión de nuestros espacios de acción.
De forma previa, antes de ser capaces de ilusionar y atraer voluntarios hacia nuestro proyecto, conviene trabajar minuciosamente la comunicación y la información. Según los expertos, es fundamental desde el inicio de la relación exponer con claridad y sinceridad nuestros objetivos, para que no se sientan engañados.
Y según pasa el tiempo, para conseguir el deseado compromiso y la continuidad cuenta mucho la afinidad con la Misión, las experiencias positivas vividas, la sensación de utilidad directa, la concreción en las tareas a realizar y el cumplimiento de las propias expectativas.
Otro de los aspectos que cuidamos en la Fundación Dolores Sopeña es la formación. Huyendo de clases magistrales y lecciones estáticas y apostando por sesiones activas y prácticas, atractivas y dinámicas, donde siempre prima el trabajo en equipo.